jueves, 11 de abril de 2013

Introducción a la materia


Introducción
  


¡Hola!, somos Yaiza García-Bravo López y María Gómez Castillo, dos alumnas en el Grado de Magisterio en Educación Infantil y queremos daros la bienvenida a nuestra nuevo espacio, donde podremos compartir el proceso realizado en una clase de Orientación e intervención tutorial, donde os daremos pautas y consejos para llevar a la práctica en un aula de educación infantil, junto a reflexiones, observaciones, temas de debate y otros puntos de interés.

miércoles, 10 de abril de 2013


Reflexionemos acerca de la tutoría... 

Para comenzar la introducción en la materia queremos dejar claros algunos aspectos que intervienen en la orientación tutorial con el fin de aplicarlos correctamente y de manera más sencilla.

1. ¿Quién es la figura del tutor?, ¿Cuáles son sus funciones?


   El profesorado: (Funciones extraídas del articulado LOE)
.
  • Evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje;
  • Tutoría y orientación educativa, académica y profesional del alumnado;
  • Colaboración con las famillas y con los servicios  especializados;
  • Atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado;
  • Mejora de la convivencia.
 Dichas funciones implican actuaciones en relación con el desarrollo personal del alumnado y la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje, la coordinación con el resto de profesorado del grupo, la información y colaboración con las famillas y la colaboración con los servicios de orientación educativa.

   El Orientador/a-Departamento de Orientación: (Decreto 200/1997).

  • Coordinación: Elaboración, ejecución y evaluación del Plan de Acción Tutorial
  • Evaluación de necesidades del centro y alumnado
  • Evaluación psicopedagógica
  • Diseño de programas generales para ser adaptados por los tutores/as
  • Elaboración-selección de materiales
  • Intervención especializada y complementaria con el alumnado
  • Asesoramiento: profesores/as, alumnos/as y familias, …
Equipo de Orientación Educativa:  (DECRETO 213/1995, de 12 de septiembre de 1995. ORDEN de 23 de julio de 2003).

  • Coordinar el proceso de evaluación y la elaboración del informe de evaluación psicopedagógica del alumnado con necesidades educativas especiales y el dictamen de escolarización cuando proceda
  • Asesorar en el proceso de aplicación de las medidas ordinarias y extraordinarias de atención a la diversidad y en el desarrollo y aplicación de programas de prevención de dificultades de aprendizaje, así como de programas de orientación educativa y profesional
  • Atención educativa directa a los alumnos/as con dificultades de tipo cognitivo, afectivo o conductual, de forma individual o en pequeños grupos
  • Asesorar al profesorado en el desarrollo del currículo, sobre todo en relación con el ajuste del proceso de enseñanza y aprendizaje a las necesidades del alumnado
  • Colaborar con los centros en la  planificación de la acción tutorial
  • Realizar tareas relacionadas con la mediación, resolución y regulación de conflictos en el ámbito escolar
  • Asesorar a las familias o tutores/as legales del alumnado en los aspectos que afecten a la orientación psicopedagógica del mismo, especialmente en aquellos supuestos contemplados en el artículo 20 del Decreto 137/2002, de 30 de abril, de apoyo a las familias andaluzas.
  • Asesorar en lo relativo a la promoción del alumnado del Nivel de Formación de Base en Educación de Adultos.
2. ¿Cuál es su función?


Es el responsable del proceso educativo de un grupo de alumnos durante un periodo de tiempo, que normalmente se corresponde a un ciclo.

En relación con el alumnado:

  • Facilitar una buena integración en el centro educativo y en el grupo de compañeros y fomentar la participación en las actividades del centro.
  • Asesorar a los estudiantes en los momentos más críticos.
  • Orientarles e informarles académica y profesionalmente.
  • Seguimiento global de los procesos de aprendizaje del alumno.
  • Facilitar el autoconocimiento de los alumnos y alumnas.
  • Encauzar las demandas, inquietudes, quejas, etc. del alumnado.

En relación con los profesores del grupo:



  • Informar, consensuar y desarrollar el Plan de Acción Tutorial, implicándoles en las actividades derivadas de él es sus tres vertientes escolar, personal y profesional.
  •  Intercambiar con el profesorado del curso información sobre las características del alumnado y sus implicaciones en la programación, evaluación y en la relación educativa.
  • Coordinar el proceso de evaluación de los alumnos de su grupo.
  • Colaborar en las adaptaciones del currículo: adaptaciones curriculares, intervención educativa específica, diversificación curricular y actividades de refuerzo.

En relación con las familias:

  • Facilitar el conocimiento del centro y la etapa educativa a los padres y madres de sus tutorados.
  • Informar del proceso educativo individual y recabar su colaboración.
  • Recoger la información que la familia puede proporcionar con vistas aún mejor conocimiento del alumno y su contexto socio-familiar.
  • Facilitar a los padres y madres asesoramiento en aspectos tales como: resolución de problemas de aprendizaje y conducta, organización y planificación del estudio, toma de decisiones académicas y profesionales...
3. ¿Qué diferencia hay entre tutoría y acción tutorial?

Tanto la tutoría como la acción tutorial, son dos componentes básicos para la actividad docente que están muy ligados entre sí. Sin embargo, podríamos mencionar como diferencia que la acción tutorial son las diferentes actuaciones de los tutores, mientras que la tutoría es la estructura a través de la cual estas se llevan a cabo.

4. ¿Cuáles son los niveles de intervención tutorial?, ¿cuál es la función de cada uno de ellos?

Primer nivel: (Servicio externo EOEP's)


Se dan en el sector educativo o demarcación geográfica. Corresponde a los denominados Equipos de Orientacion Escolar y Psicopedagógica (EOEP's); estos se concentran en las escuelas de educación infantil y primaria y requieren la implicación de profesionales especializados.


Segundo nivel: Departamento de Orientación

Se da en el centro educativo, donde desarrolla su acción el Departamento de Orientación. Este se constituye, como una unidad estable y especializada en las actividades orientadoras que sirve de apoyo a la labor tutorial. (El departamento de Orientación, salvo excepciones, restringe su ámbito de actividad a los institutos de Educación Secundaria).




5. ¿Cuáles son los principales objetivos de la función tutorial?

  • Contribuir a la personalización de la educación, es decir, a su carácter integral, favoreciendo el desarrollo de todos los aspectos de la persona, y contribuyendo también a una educación individualizada, referida a personas concretas, con sus aptitudes e intereses diferenciados.
  •  Ajustar la respuesta educativa a las necesidades particulares del alumnado mediante las oportunas adaptaciones curriculares y metodológicas.
  • Resaltar los aspectos orientadores de la educación (Orientación en la vida para la vida), atendiendo al contexto real en que viven los alumnos, al futuro que les espera y que pueden contribuir a proyectar para sí mismos, y, para ello, favoreciendo la adquisición de aprendizaje más funcionales, mejor conectados con el entorno, de modo que la escuela aporte realmente «educación para la vida». 
  • Favorecer los procesos de madurez personal, de desarrollo de la propia identidad y sistema de valores.
  • Prevenir las dificultades de aprendizaje y no sólo asistirlas cuando han llegado a producirse, anticipándose a ellas y evitando, en lo posible, fenómenos indeseables como los del abandono, del fracaso y de la inadaptación escolar.
  • Contribuir a la adecuada relación e interacción entre los distintos integrantes de la Comunidad Educativa: Profesorado, alumnado y familias, así como entre la Comunidad Educativa y el entorno social, asumiendo papel de mediación, y, si hace falta, de negociación ante los conflictos o problemas que puedan plantearse entre esos distintos integrantes.
6. ¿Qué caracteriza a la acción tutorial y al proceso de orientación?

  • La continuidad, desde las primeras edades, que permita la prevención y la detección temprana de las dificultades del desarrollo personal y el seguimiento ininterrumpido de la evolución del aprendizaje.
  • La atención de las peculiaridades del alumnado, por ejemplo, dificultades o diferentes ritmos de aprendizaje, procedencia, cultura, etc.
  • La capacitación para la auto-orientación, desarrollando una capacidad y actitud práctica en la toma de decisiones.
  • La atención dirigida a todos los alumnos y en todos los niveles educativos.
  • La atención progresiva a los diversos momentos madurativos y educativos de los alumnos
  • La coordinación entre las distintas personas e instituciones que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • La adecuación necesaria a los diferentes agentes implicados.
  • La priorización y adaptación a las necesidades y contextos concretos.
Como conclusión, la acción tutorial, debe quedar incorporada e integrada en el ejercicio de la función docente, realizada con criterios de responsabilidad, compartida y de cooperación en el marco del proyecto curricular y en el trabajo del equipo docente.





martes, 9 de abril de 2013



El período de adaptación

El período de adaptación es un tiempo reservado para favorecer la creación de una imagen positiva de la escuela. 

Mediante este los niños comienzan a familiarizarse con personas nuevas, y espacios y materiales diferentes a los que estan acostumbrados. Dependiendo del centro se lleva a cabo de una manera u otra: horarios reducidos, incorporación del aula por turnos, permanencia de los padres dentro del aula...sea cual sea su duración y la forma de realizarlo, todos tienen un espíritu común.

Esta nueva incorporación al mundo educativo es una situación estresante para los niños, pero también esta afecta de manera uniforme a los padres. La educación infantil, tanto el primer ciclo como el segundo, pertenecen a una etapa educativa no obligatoria, en la que los niños acuden o no en función de los deseos y necesidades de sus padres. En gran parte de los casos, los padres que recurren a ella, no lo hacen por pleno convencimiento de que sea una buena opción, sino porque debido a sus circunstancias laborales y familiares es el único recurso que tienen a su alcance.


Esto, se materializa en la actitud de inseguridad y ansiedad que los progenitores muestran y transmiten a sus hijos. Es por ello que los consejos y estrategias para facilitar el período de adaptación van dirigidos principalmente a los papás, con el fin de conseguir que los pongan en práctica consigo mismos, y de este modo lograr que los lleven a cabo con sus hijos.

Consejos para los padres:
  • Estad convencidos de vuestra decisión. No deben de crear dudas, inseguridades ni culpabilidad por el hecho de dejar en la escuela al niño: se trata de un lugar positivo, seguro y especialmente pensado para ellos.
  • Crear una buena comunicación con el que será el futuro tutor del niño.
  • Participar e implicarse en las actividades que se presenten en la escuela.
  • Ser constantes en la asistencia y horarios, ya que esto favorecerá al niño a que se habitué a la rutina de la escuela.
  • Interesarse por lo que los niños hacen y aprenden cada día en clase.
Estrategias que ayudan a los niños:
  • Visitad la escuela anticipadamente con el niño: esto le ayudará a conocer las aulas, profesores e puede que algún compañero, lo que le aportará seguridad.
  • Adaptar los horarios de casa a los de la escuela.
  • Implicar al niño en la compra de los nuevos materiales para el cole: mochila, babi...
  • Explicarle las rutinas que hará en la escuela. Esto facilitará el cambio, sin que le coja desprevenido, lo que favorecerá al estado de animo con el que el niño va a la escuela, mucho más tranquilo y contento.
  • Practicar con el aquellas autonomías básicas que le vayan a ser necesarias: pedir agua, colgar su bolsa en la percha...
  • Llevarle en persona los primeros días de clase, y en la medida de lo posible también ir a recogerle.
  • Despedirnos de él sin engaños e intentando no alargar mucho la despedida. Es posible que llore, por lo que es importante recordarle vamos a por él de manera que el lo pueda asociar a un situación temporal que conozca: "Vendré a por ti después de merendar..."
  • Si la escuela lo permite, puede llevar objetos de apego (peluche, mantita…) que le servirán de apoyo y consuelo al quedarse solo los primeros días.



¿Por qué es necesario el periodo de adaptación en la 

Educación Infantil?

La entrada en la Escuela Infantil supone un cambio importante en nuestra vida, implica una salida del medio familiar en el que el niño se encuentra seguro y protegido, a un medio mucho más amplio en el que las relaciones son distintas y que para él se presenta como algo desconocido. De ahí la importancia del periodo de adaptación, ya que de este proceso dependerá su actitud futura hacia la escuela y el aprendizaje. 


¿Cómo se adapta el niño a la escuela?

 En este proceso, el niño se encuentra inmerso en una situación que nunca ha experimentado ya que, de repente, deja de ser el protagonista, pasando a compartir este papel con los demás compañeros en la escuela. Ello conllevará una serie de conductas, en su mayor parte, negativas, que el niños tendrá que superar progresivamente con la ayuda de los adultos.


  • Algunas de las conductas más frecuentes:
En el entorno familiar pueden aparecer alteraciones del sueño, trastornos digestivos, fiebre, regresión en el control de esfínteres...


En el aula nos podemos encontrar con niños que lloran, otros que no lloran pero se muestran agresivos y se niegan a relacionarse ni participar con nadie, niños que se aferran a algún objeto de apego que traen de casa, niños aislados que sólo preguntan "¿cuando viene mi mama?"...





  •   Superación del periodo de adaptación:
Es el propio niño el que tiene que superar estos cambios, poco a poco irá progresando y saliendo de su egocentrismo, independizándose de sus figuras de apego...etc.  

Sabemos que un niño esta totalmente adaptado cuando es capaz de relacionarse con el grupo de niños y con el adulto expresando sus emociones; cuando adopta conductas relajadas y deja de aislarse; cuando no espera a sus progenitores con ansiedad durante el horario escolar; cuando el niño comienza a participar y desenvolverse con mayor soltura dentro del aula, en las actividades y los juegos...    


Ejemplo de vídeo del primer día de cole Infantil 3 años: 


Podemos observar como los niños tienen diferentes reacciones ante el cambio que supone entrar en la escuela: niños que lloran, son más agresivos, otros con gran apego familiar, entre muchos otros como bien mencione anteriormente.

Organización del periodo de adaptación

Debido a la gran dificultad que para el niño supone este gran cambio en su vida, el centro escolar y el tutor/a del aula deben planificar un adecuado periodo de adaptación.

El docente debe de plantearse, durante este periodo, una serie de prioridades a cumplir (adaptación al espacio, a los compañeros/as, a la separación familiar...), además de procurar adaptarse a los diferentes ritmos personales de los niños, dado que podemos observar que hay niños más maduros que otros. Por ello es importante darles tiempo y entender que no todos comienzan la escuela con los mismo grados de madurez social y emocional. Por tanto, es fundamental, que nosotros como docentes adoptemos una actitud que favorezca y facilite la adaptación, logrando de este modo transmitir seguridad a los niños. 

  • Horario:
La incorporación de los alumnos/as a la escuela se puede hacer de dos maneras: de forma escalonada o la entrada de todo el grupo a la vez.

El realizar la entrada de forma escalonada significa que la incorporación de los niños al aula se realiza de forma progresiva, es decir, que cada día entrará un pequeño grupo de tres o cuatro niños, según criterios en función de que presenten posibles dificultades de adaptación, sociabilización...


La entrada de todo el grupo de niños/as a la misma vez supone que, ya desde el primer día se encuentren todos en el aula. Al requerir los niños una atención individualizada, sería conveniente disponer de otra persona más en el aula para atender a todos más fácilmente  por lo que es importante la coordinación de estos para que todo salga como queremos.


No es necesario que estén la jornada escolar completa, un horario reducido facilita una mejor adaptación. El niño tiene que asumir  lo que supone un período de tiempo determinado fuera de su semana. Se adaptarán ampliando el tiempo hasta completar la jornada completa. Por ejemplo, la primera semana, pueden permanecer en el aula dos horas y, la segunda, tres, incorporandose aquí ya el tiempo de recreo.

  • Metodología:
 La metodología incluye la creación de un ambiente motivador, afectivo y cálido a través de la decoración y del propio docente, así como con la colaboración del profesorado de apoyo. Es importante que el niño se sienta en seguro y confiado, para poder acceder poco a poco a lo que será a partir de ahora su contexto rutinario.


Es beneficioso introducir durante el periodo de adaptación, rutinas que llevaremos más a delante a cabo con ellos en el aula, para que se vayan familiarizando y habituando a ellas, como pueden ser la recogida de material, desayuno...


  •    Dinámica del aula en los primeros días:
 - El docente debe plantear tiempos de estancia en el aula de acuerdo a las necesidades de los niños/as, alternándolas con actividades al aire libre. 
- De esta manera, se organizan actividades de sociabilización que les ayuden a establecer tomas de contacto con los compañeros y el propio docente, así como a integrarse en la dinámica de la escuela.
 - Se les motiva a realizar actividades que despierten su curiosidad para que explorar el espacio y los materiales del aula; se realizan juegos para conocer las dependencias más importantes del centro para que de esta forma se sientan más seguros en este entorno totalmente desconocido para ellos.
- Uno de los recursos más motivantes en este período y del que se puede servir el docente para hacerles sentir más seguros y cómodos, es la música. Existe una gran variedad de canciones que facilitan la sociabilización  en estos días tan duros para los pequeños.

- Aunque tampoco debemos olvidar la actividad fundamental por excelencia en esta etapa, y mucho más, en el primer nivel del segundo ciclo y en el período de adaptación: el juego. Todas las actividades deben girar en torno a él, ya sea de forma dirigida, libre, individual o grupal.

Por tanto, el juego será una herramienta imprescindible para ir introduciendo de forma lúdica y divertida las diferentes normas básicas de comportamiento que se instaurarán a lo largo del curso. Empezaremos por las más sencillas, para ir incorporando progresivamente otras más complejas.

- Algunas de las normas de convivencia que deberán aprender y respetar en estos días son: hacer la fila, sentarse en la silla, sentarse en la asamblea, colgar su mochila, colocar el desayuno en su lugar etc. Así les ayudaremos a que se vayan acomodando a lo que será su rutina diaria.


  •    La evaluación del Período de Adaptación:  
El periodo de adaptación suele durar unas dos semanas, pero bien se puede alargar el tiempo que se quiera si fuese conveniente. Tras esta quincena de adaptación, será el momento de evaluar tanto la práctica educativa, como la programación del período de adaptación y a los alumnos/as:
En lo que respecta a la evaluación de los alumnos/as, se realizará teniendo en cuenta si se han adaptado de forma individual  al contexto escolar. Para ello tiene que haber superado las conductas negativas y haberse adaptado a la dinámica de grupo. Por lo tanto, se evaluará si son capaces de relacionarse con los demás, si expresan sus sentimientos, sino se comporta de manera agresiva, si participa en las actividades planteadas...etc. 


                 

lunes, 8 de abril de 2013


Proceso de sociabilización






 La socialización es un proceso de construcción en él que el individuo adopta las características y elementos de su entorno sociocultural asumiendo las condiciones sociales que se dan en dicho contexto e integrándolas a su personalidad para incorporarse a la sociedad de manera plena y favoreciendo su desarrollo integral como persona.

Este proceso es fundamental para que el hombre aprenda una serie de conductas deseadas, pues a diferencia de otros animales, estas conductas no se determinan mediante el instinto o la genética sino que se adquieren mediante la observación de la cultura de la sociedad en la que va a vivir.

Además durante este proceso se desarrolla una conciencia que permite diferenciar entre lo que es aceptable de lo inaceptable dentro del comportamiento individual de cada ser humano(es decir, lo que es positivo y negativo).

La socialización se puede clasificar en tres etapas: primaria, secundaria y terciaria; las cuales, se generan a partir de los agentes sociales: la familia, la escuela, el entorno y los medios de comunicación.


La socialización primaria es aquella por la que el individuo atraviesa en la niñez para convertirse en miembro de la sociedad (se aprende el lenguaje, se toma constancia de la identidad de clase y de género, etc.)
Esta etapa se da en los primeros años de vida y se remite al núcleo  Durante esta etapa, el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y sociales, que juega el papel más crucial en la constitución de su identidad.


Durante la socialización secundaria se induce al individuo, ya socializado, a nuevos sectores de un mundo objetivo de su sociedad; un mundo institucionalizado (que se basa en instituciones para organizar y ordenar la sociedad, como por ejemplo la familia). El individuo trasciende el mundo familiar y la carga afectiva es reemplazada por nuevas técnicas de aprendizaje que facilitan este, como las pedagógicas.
Las relaciones se establecen por jerarquía: la división social del trabajo y la distribución social del conocimiento son funcionales a esto.



Por último, la socialización terciaria es la que está relacionada con la transculturización y la integración en sociedades o sistemas de referencia distintos a los aprendidos con anterioridad, sobre todo durante la socialización primaria.
En esta etapa, los agentes que intervienen en el proceso de socialización son las ideologías, la religión y los medios de comunicación (que no son del todo parciales, pues reflejan una ideología concreta).

La socialización durante la etapa infantil

En el período de socialización infantil los métodos de crianza están orientados a desarrollar el modelo de edad adulta que caracteriza una cultura. Es decir, que se intenta preparar al niño para la que será su vida en el futuro, dándole las herramientas necesarias para su incorporación en la sociedad y que sea un miembro útil de la misma.

En la escuela, los pilares fundamentales de apoyo del niño están constituidos por la afectividad y la emocionalidad, por tanto, durante este período tan importante de la vida, debemos procurar evitarles la tensión emotiva y la inseguridad que puede provocar salir del núcleo familiar para conocer y explorar el mundo.



Por lo tanto, debemos garantizarles una base en la que se sientan cómodos y seguros y puedan conocer el entorno, permitiéndoles interaccionar entre ellos y mostrar su personalidad, en la que podemos observar una tendencia por buscar la compañía, la seguridad, la amistad y el amor de otros.

Es decir, debemos velar por el desarrollo de un clima escolar en el que nuestros alumnos se sientan motivados e integrados para poder implicarse en el entorno y comprometerse activamente con su proceso de enseñanza-aprendizaje.




Además, es muy frecuente que los niños/as desarrollen lazos o relaciones privilegiadas con las personas con las que se sienten más vinculados, mostrando sus preferencias, que suelen darse con personas que aportan seguridad y confianza al niño en su labor de explorar y conocer el mundo.

En este sentido, los vínculos afectivos son una necesidad que forma parte del proceso evolutivo de un niño; si esta no está satisfecha, el niño, el adolescente o el adulto sufrirá una carencia emocional.



Según la teoría evolucionista estos lazos de afecto e interacción, que se dan siempre con adultos, pueden ser una explicación en la adaptación y supervivencia de los niños/as, ya que de esta forma estarán maximizando sus opciones de aprendizaje y sus posibilidades de supervivencia.

Tras pasar la fase del proceso socializador en que, los lazos con la figura de apego se suavizan, podremos tomar interacciones con iguales, a través del juego y los diferentes roles como medios de expresión socio emocional. 







domingo, 7 de abril de 2013

Modelos de intervención psicopedagógica

En primer lugar, vamos a explicar a que nos referimos cuando estamos hablando de "modelos" relacionados con el ámbito de la orientación educativa:

Entendemos por "modelo" a la estructura simplificada intuitiva de la naturaleza de una intervención psicopedagógica, que incluye su proceso y sus elementos básicos, con el fin de interpretar los hechos y contrastar las teorías orientadoras. Los "modelos" se consideran a medio camino entre la teoría y la realidad, constituyendo un puente para facilitar su comprensión. ("Repetto Talavera, Elvira", 2002)


  1. Tipos y clasificaciones de modelos de orientación psicopedagógica.
La complejidad de la orientación genera una variedad de modelos cuyo enfoque de intervención es diferente según la perspectiva aportada. Durante las últimas décadas se han realizado distintas propuestas de modelos de Orientación en función de distintos criterios: históricos, psicológicos, de ayuda, tipo de intervención etc.

A continuación se presenta una síntesis de estas clasificaciones:


  • Modelos históricos de la orientación: compara y clasifica los modelos de orientación con parámetros y criterios históricos.

  • Modelos de orientación según el tipo de ayuda: Se clasifica los modelos de orientación utilizando como criterio el tipo de ayuda que se establece, y en función de ello, diferencia cuatro categorías o niveles de servicio desde los que se puede proporcionar ayuda dentro del sistema educativo.


  • Modelos de Orientación en función del estilo y actitud del profesional de la Orientación: Se clasifica a los modelos de Orientación en función del estilo y actitud del orientador u orientadora en el desarrollo de su función, en relación con dos ejes (directividad- no directividad y enfoque existencialista-conductista), distinguiendo: modelo de rasgos y factores, modelo espontáneo-intuitivo, modelo conductista etc.

  • Modelos teóricos,basados en el tipo de intervención y en el tipo de organización: Se clasifican los modelos de orientación según tres criterios complementarios: la teoría que subyace en el modelo, el tipo de intervención y el tipo de organización.



  • Modelos basados en el marco teórico-conceptual: Los modelos basados en aspectos teórico-conceptuales han sido investigados por diferentes autores, como Rodríguez Espinar y otros (1993), Repetto, Rus y Puig (1994), Álvarez y Bisquerra (1996), Sobrado (1997), Vélaz de Medrano (1998) y Monereo (1996).    
        

Hemos podido apreciar las distintas clasificaciones referentes a modelos de intervención en la orientación, donde la mayoría de estas, han sido encasilladas por diversos autores: Bisquerra y Álvarez González, Parker, Repetto...


Criterios de clasificación de los modelos de orientación más empleados.

Diversos autores presentan diferentes criterios y tipologías para clasificar los modelos de orientación; entre los más habituales se encuentran los siguientes:

1. Los niveles de servicios aplicados en el ámbito de la salud mental:

-         Nivel 1: Modelo de Servicios.
-         Nivel 2: Intervención por programas.
-         Nivel 3: Modelo de Consulta centrado en los problemas educativos.
-         Nivel 4: Modelo de Consulta centrado en la organización.  


2. El criterio diacrónico, abarcando desde el origen de la Orientación Educativa hasta el nuevo milenio:

-         Modelos históricos: (los más “antiguos”) donde incluye el modelo de Frank Parson de orientación vocacional, y el modelo de Brewer de principios del siglo XX.
-         Modelos modernos de orientación educativa y profesional: Incluye las aportaciones de Koos y Kefauver de 1932, el modelo de orientación clínico, el modelo de consejo, y el sistema ecléctico.
-         Modelos contemporáneos de orientación: centrados en los servicios, la reconstrucción social, y el desarrollo personal.
-         Modelos centrados en las necesidades sociales contemporáneas: basadas en las técnicas consultivas, la intervención directa, los Programas Integrales de Orientación de carácter preventivo, y la adquisición de habilidades para el ciclo vital.

3. La categoría de la relación entre el orientador y el orientando:

-         Modelo psicométrico: Donde el orientador es un experto en técnicas de orientación, y el orientado el destinatario de los resultados de las mismas.
-         Modelo clínico - médico: El orientador es un diagnóstico y diseñador de intervenciones, que son puestas en la práctica por el tutor/profesor.
-         Modelo humanista: El profesor adquiere el papel de orientador activo. La orientación se entiende como un proceso de ayuda al individuo.

4. El tipo de intervención:

-         Modelo de intervención directa individualizada: modelo de counseling o modelo clínico.
-         Modelo de intervención directa grupal: modelo de servicios, modelo de programas, y modelo de servicios actuando por programas.
-         Modelo de intervención indirecta individual/grupal: modelo de consulta.
-         Modelo intervención a través de medios tecnológicos: (se incluye también, puesto que aunque actualmente se encuentre en sus modelos iniciales, todo apunta a que en el futuro su desarrollo será determinante para llevar a cabo la función orientadora). 

5. El pluri - criterial, basado en el enfoque psicológico , el concepto de enseñanza y aprendizaje, los fines, el ámbito y la relación profesional establecida entre el orientador y el orientado:

-         Modelo asistencial o remedial, de enfoque clínico
-         Modelo de consejo, de enfoque humanista
-         Modelo consultivo o prescriptivo, de enfoque conductista
-         Modelo sistémico, de enfoque constructivista


Modelo de orientación pedagógica actual

El modelo de orientación e intervención psicopedagógica vigente actualmente en el sistema educativo español procede de la Reforma Educativa gestada a finales de la década de los ochenta y desarrollada en los años posteriores. 

En el origen de este modelo institucional se encuentran dos ideas fundamentales: la orientación constituye un factor de calidad de la educación que debe contribuir a la mejora de la enseñanza y, consecuentemente, debe estar plenamente integrada en el proceso educativo. Esta concepción de la  orientación se desarrolla normativamente en dos ámbitos: uno estatal que prescribe el modelo general de la Reforma Educativa y otro, más específico, que concreta su aplicación a las Comunidades Autónomas.    
               
El marco legal de mayor rango que regula la orientación y la intervención psicopedagógica en el actual sistema educativo queda establecido en la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, Ley Orgánica 1/1990 de 3 de abril). Se trata de una regulación en un plano de máxima generalidad, cuyo desarrollo más específico se fue adelantando y debatiendo en documentos anteriores y especificándose en normas posteriores.

Podemos observar la destacada evolución que ha tenido esta a partir de los diferentes documentos que constituyen el marco inicial de la Reforma Educativa en el ámbito de la orientación y la tutoría: Proyecto para la Reforma de la Enseñanza (MEC, 1987); Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo (MEC, 1989); La Orientación Educativa y la Intervención Psicopedagógica (MEC, 1990); Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, 1990).

Reflexión enfocada al mejor modelo de orientación educativa:

Por medio de la documentación en los diferentes modelos de intervención psicopedagógica, hemos podido extraer diversas ideas que pensamos que son claves para la posible y adecuada orientación de nuestros alumnos durante todo su periodo de formación, lo que englobaría desde la Educación Infantil (0 - 6 años), pasando por Educación Primaria (6 - 12 años), hasta Educación Secundaria (12 - 16 años).

Desde el comienzo de la escuela, los niños inician una etapa que será transcendental para toda su vida y por ello es considerada la más importante (0 - 6 años). Se ha demostrado que las experiencias ocurridas dentro de este intervalo, son las que marcan posteriormente, el desarrollo cognitivo e intelectual a lo largo de la vida. Por tanto, creemos que la orientación del tutor en este periodo es determinante, y debe estar basada en la diversidad, es decir,  atención en las necesidades en el desarrollo psicomotor, afectivo, social y cultural, incidiendo de forma especial en las dificultades que puedan presentar para que no se transformen en problemas, y evitar que dichas dificultades vayan a más y se presenten como una mayor problema en Educación Primaria.

Por lo general en Educación Infantil, al tutor no le cuesta ganarse la confianza de los niños, al contrario que en Primaria y Secundaria; y se debe dedicar al alumnado mayor atención y observación, ya que a partir de estos dos elementos fundamentales, podemos determinar distintos aspectos, como puede ser la presencia de un déficit madurativo en algún área en concreto, si el contexto del niño fuera de la escuela, no es favorable y si ello repercute en el rendimiento dentro del aula, si necesita algún tipo de refuerzo u apoyo respecto a algún contenido especifico, como puede ser la lecto - escritura...etc.

Desde nuestro punto de vista, consideramos la orientación grupal/individual dentro de las tres etapas educativas, como el modelo de orientación esencial para lograr una favorable intervención y seguimiento del alumnado. Ejemplo de ello pueden ser en Educación Infantil las asambleas, a través de las cuales los niños expresan los diferentes problemas y dificultades que les surgen, entre otras cosas; y asimismo se programan tutorías con las familias, dado que se requiere de la cooperación de estas, para conseguir el adecuado progreso de los alumnos.

También estimamos otro tipo de intervención, basada en la adaptación de los contenidos para aquellos niños con dificultades de aprendizaje (D.A.), por medio del empleo de otras metodologías de enseñanza que les facilite de este modo, la puesta en práctica de un aprendizaje más personalizado y acondicionado a ellos.